13/3/08

El mundo tiene sed de nuevos apóstoles

Id con confianza al encuentro de Jesús, no tengáis miedo de hablar de él pues Cristo es la respuesta verdadera a todas las preguntas sobre el hombre. Es preciso que vosotros jóvenes os convirtáis en apóstoles de vuestros coetáneos. Sé muy bien que esto no es fácil; muchas veces tendréis la tentación de decir, como el profeta Jeremías: ¡Oh Señor! Que no sé expresarme, que soy un muchacho.
No os desaniméis, porque no estáis solos; el Señor nunca dejará de acompañaros con su gracia y el don de su Espíritu.

Juan Pablo II


Ayer, me pregunté si ser cristiano conlleva algo. ¿No te había pasado nunca? Llevas un tiempo que si exámenes y agobios en la cabeza y al final dejas de lado un poco el pensar en Dios y en el prójimo, y, no sé, te vas dejando llevar por el cumplir día a día con tus obligaciones, limitándote a tachar las cosas pendientes, pero no pasamos de ahí. Nos cuesta más mirar más allá de las luchas terrenales.

En medio de todo esto, me sorprendió leer esta frase del Padre Perreyre: "un cristiano es un hombre a quien Jesucristo a confiado todos los hombres". ¿Un cristiano tiene esa gran responsabilidad?, me pregunté. Poco después me entró el agobio más grande de mi vida pensando que tenía que ayudar a todas las personas que tenía a mi alcance, todas aquellas que de una u otra forma se mezclan en mi vida –nuestra vida. Y pensar que yo vivía tan tranquilo asegurándome de ser un buen chaval para asegurarme el cielo y resulta que a Cristo le duele ver que no hago todo lo posible porque todos los que estén junto a mí oigan algo del Evangelio.

"Sal de la tierra" me venía una y otra vez a la cabeza, "tenemos que ser la sal de la tierra, pero, y si la sal se vuelve sosa , con qué se salará". No lo soportaba. ¿Pero cómo voy a ser yo "pescado de hombres"?, ¿yo?... pero si me quedo sin tinta en el BIC cada vez que hago una lista con mis defectos, con mis faltas de cariño, con las numerosas veces que pierdo la paciencia, que estoy irritado. Además, qué le voy a decir yo a alguien al que seguramente no supero yo mismo ni en el valor intelectual ni en el valor moral. ¿Cómo voy a convencer a alguien?

Gran invento el de la oración. Te explico. Siempre que me bloqueo con algo, cuando tengo que ir a mi rato de oración diario, lo expongo abiertamente en presencia de Dios para que Él me escuche, sepa lo que me pasa y… si consigo callarme, escuchar sus sabios consejos. En esta ocasión, comprendí claramente lo que Dios entiende por "pescador de hombres".

Me vino a la cabeza el milagro de la pesca milagrosa. Recordé que los pescadores del lago no escatimaron en esfuerzos. Hicieron todo lo correcto para pescar y no consiguieron nada. Si contribuyeron en algo al milagro fue en atender la petición de Jesús que les pedía un aumento de su cansancio al obedecerle. Los apóstoles no hicieron nada en especial, simplemente obedecer y fiarse de Dios; y sólo así ocurrió el milagro.

Es curioso, Dios quiere tener necesidad de nosotros al convertir a alguien. Nada valemos, y, sin embargo, somos indispensables. Dios se ata de manos esperando a que seamos valientes y confiados para poder mover a las almas. Quizás ese amigo/a tuyo/a ya está ya convertido pero no cambia todavía porque todavía queda la última pieza. Y la última pieza que falta no es más que tú le animes a dar un vuelco a su vida, que le hable de Cristo y su buena nueva. Qué curioso es Dios, ¿verdad? Dios lo hace todo y sin nosotros nada se hace. Con esta idea en la cabeza, no podemos tener en la idea de que nosotros moveremos a alguien a ser más cristiano sino que es Dios quien lo hace todo. Sin embargo, Él quiere que no regateemos nuestros esfuerzos, que sigamos remando y lancemos las redes como los apóstoles en el lago Tiberíades. Lo demás corre de su cuenta. Él sólo nos pide oración, fe y paciencia.

¿Cuántas veces dejo de hablar de Dios a los demás por ver la sobreabundancia de mis defectos, o simplemente porque me da vergüenza?, ¿cuando veo mis defectos, me obsesiono en ver lo malo que soy o pego una mirada de esperanza a Aquel que me guía y confía en mí?, ¿soy consciente de que el apostolado sin Dios no sirve de nada?, ¿sé que es Dios quien mueve los corazones y no mi nefasta oratoria?, ¿antes de hablar sobre Dios a mis amistades, rezo por ellos?, ¿me hago responsable de la misión que Jesucristo nos manda al pedirnos que seamos los apóstoles de este siglo?

+ Aún con todo esto te podrás pregunta: qué es exactamente ser pescador de hombres. Qué es eso de ser apóstol. Tendrás que esperar con paciencia y fe al próximo CIRCULAR donde se revelará el misterio. jeje


Buena semana!!