6/4/08

el mundo tiene sed de nuevos apóstoles (2)

Un cristiano es un hombre a quien Jesucristo
ha confiado todos los hombres.
Padre Perreyve
En el último CIRCULAR dejamos pendiente esa duda, ¿qué era ser "pescador de hombres"? Y, la verdad, es que es una idea que merece la pena tenerla clara. Empezaremos la explicación con un ejemplo, las compañías telefónicas.

Cuando vienen determinadas épocas –Navidad, verano…- todas las compañías lanzan fuertes campañas de marketing y publicidad además de sacar nuevas ofertas con tal de ganar nuevos usuarios. Alguien puede pensar que cuando el Evangelio habla de que tenemos que ser "pescadores de hombres" se refiere a eso, conseguir nuevos usuarios para el cristianismo. Esa idea está muy alejada del mandato de Cristo. ¿Por qué? –me dirás- ..
Te lo explico. Pasa al siguiente párrafo, jeje

Porque pescar almas no quiere decir acapararlas para sí o imponerse a ellas. La labor de apostolado no es un proselitismo personal. No es un "como yo creo en esto, me molaría que todos los demás también crean en esto". Esa idea es una visión muy reducida del apostolado real porque, al final, sólo se busca ese orgullo de ver que otros adoptan la opinión que nosotros estimamos verdadera. No nos confundamos, esa ambición es muy diferente a la del apostolado cristiano. ¿Sabes por qué? Porque si se quiere ser un verdadero apóstol no se puede buscar el triunfo personal sino el triunfo de Cristo. No es nuestro punto de vista lo que deseamos comunicar a nuestra gente, sino una fe que sabemos verdadera porque es palabra de Dios.

¡Serás pescador de hombres! Con esa frase Cristo quiso hacernos ver a nosotros que, respetando al máximo la libertad del prójimo, les tenemos que ayudar a ver que Dios quiere con locura al hombre hasta tal punto de que dio su vida por Él. Que cuando queremos hacer apostolado lo único que buscamos es que los demás compartan el tesoro que nosotros descubrimos. El tesoro de encontrar un sentido a la vida basado en el amor infinito de Dios por el hombre. Es como cuando conocemos un restaurante buenísimo y a la vez barato. Cuando conocemos ese restaurante hablamos de él a todas las personas que queremos y conocemos porque sabemos que al igual que es un bien para nosotros, también será un bien para ellos. Por eso, el apostolado cristiano está lejos del tratar de plegar a los demás a nuestra forma de ver. No se trata de obligar a nadie, no es alistar a los amigos por la fuerza porque eso sería ofrecer a Dios cadáveres, no hombres vivos; por lo menos sería paralizar sus espíritus. Además, esa concepción no tiene futuro porque las conciencias forzadas más pronto o más tarde se vuelven contra quien les encadenó.

¿Entiendes por dónde van los tiros? "Pescaremos" hombres únicamente para dárselos a Jesús. Si se quiere ser eficaz en esto, el apostolado implica la desaparición del apóstol. Cuando tenemos esa idea clara, nuestros defectos y carencias dejan de ser una excusa porque sabemos que es Dios quien mueve a las almas. Y ¿cómo hacer bien esta misión?, ¿cómo hablar bien de Cristo? Sólo cabe una manera, amándole. Cuando se le ama de verdad, tal vez no sepamos responder a todas las preguntas del que duda, pero nuestro ejemplo de vida le suministra un argumento que no esperaba y que le hace reflexionar: -tu amigo/a pensará- "Mi amigo ama a Jesucristo. ¿Sería amado por él, como lo es, si sólo hubiera sido Jesucristo un hombre como nosotros?". Además, tus amistades, al verte vivir coherente y cristianamente, sabrán que en un siglo lleno de mp3, bluetooth y mesenger se puede creer en Dios, y se puede tratar a Dios y se puede vivir por/para/con Dios.

¿No te termina de convencer? No te asustes. Quizás te vienen inseguridades al ver que, como todos, tú también, alguna que otra vez, ofendiste a Dios o es posible que lo que te frene sea el ver tus limitaciones.¡No tengas miedo! Levantarás el ánimo de tus colegas, sin saberlo, sencillamente porque sacas de tu intimidad con Dios la energía para sonreír en las dificultades, la calma en las contradicciones y la serenidad en las desgracias.

Si después de leer estos dos CIRCULARES sobre los "nuevos apóstoles" te tuvieses que quedar con algo, quédate con esto. "Pescaréis" hombres no en los lazos de la dialéctica que suscita la réplica, ni con un charleto increíble cuya impresión se olvidará al otro día; ni si quiera es por dar las impresión de ser el católico-majo-enrollado, ya que esa impresión puede desaparecer tan aprisa como surge. Sólo serás un verdadero "pescador" por lo que Cristo ha puesto en ti y ha hecho en ti.

No te compliques. Si tratas de esforzarte en la virtudes humanas y cristinas, si luchas por una caridad que no busca a uno mismo sino a los demás, si te esfuerzas por conocer a Dios, por tratarle, por pedirle ayuda y perdón. Si combates por tener una vida sobrenatural, tus amigos se acercarán un poco más Dios. Juan Pablo II dijo que la inestabilidad de la paz, las luchas sociales, los desórdenes económicos, la desmoralización de los espíritus, todos esos sufrimientos de nuestro tiempo sólo pueden ser aliviados provisionalmente y en parte con remedios legislativos, tratados o protocolos, pero no son los más paliativos. Los males de nuestra sociedad serán curados únicamente con la reforma de los corazones y por el reinado de Cristo.

Si te esfuerzas porque Cristo reine en tu corazón serás reflejo de Él para los demás. Ahí está el gran desafío. Volverán a renovarse los milagros de antaño, los hombres vendrán o volverán al cristianismo, si nosotros, los católicos, con tanta piedad como humildad permitimos a Jesucristo que viva plenamente en nosotros y si practicamos a fondo el Evangelio. Y, para acabar, guárdate en tu disco duro estas palabras de Benedicto XVI:

"¡He aquí, jóvenes del tercer milenio, cuál debe ser vuestro programa!Es urgente que surja una nueva generación de apóstoles enraizados en la palabra de Cristo, capaces de responder a los desafíos de nuestro tiempo y dispuestos a difundir el Evangelio por todas partes.¡Esto es lo que os pide el Señor, a esto os invita la Iglesia, esto es lo que el mundo - aun sin saberlo - espera de vosotros!Y si Jesús os llama, no tengáis miedo de responderle con generosidad. No tengáis miedo; fiaos de Él y no quedaréis decepcionados."

El mundo tiene sed de nuevos apóstoles (1 y 2)
//Adaptación de CIRCULAR de textos de George Chevrot//





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