31/5/10
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“Ey you!!” ¿Cómo va eso? Ya, exámenes, trabajos, curro, calor… son momentos que nos da Dios para sacar el héroe que todos llevamos dentro. Ponte tu capa de Súperman y a por ello. Además, siempre puedes consolarte con que el próximo 11 de junio comienza el Mundial. Aprieta los dientes, ofrece tu estudio por tus amigos y familiares, no pierdas el tiempo o te dejes llevar por la pereza y la dificultad. No te preocupes, en el Cielo no tiene pinta de que vaya a haber exámenes.
En este nuestro último CIRCULAR de mayo, mes de la Virgen, queríamos hablar de un tema un poco distinto y realmente fundamental para todo ser humano que no vive en una cueva sin relación con el mundo exterior. Versa sobre la sexualidad, pero no vamos a realizar una hoja de ruta sobre lo que debes o no debes hacer. No somos quién, y sobre todo que sería un tanto inútil. Lo mejor y lo que te queremos proponer es que seas tú mismo quien te informes y te formes.
No hay que ser ingeniero industrial (que si uno lo es, espléndido) para saber que en la sociedad actual es un tema que ofrece multitud de caminos y opiniones diversas y encontradas. Parece, especialmente en algunos ámbitos, que la enseñanza de la Iglesia en este tema es tabú, nadie lo conoce, y si lo conoce un poco lo simplifica y quizás ridiculiza un poco. En muchos casos, ni nosotros mismos, cristianos, sabemos muy bien qué es lo que dice la Iglesia. Y no porque la Iglesia no quiero contarlo, sino porque a veces ponemos poco empeño en conocerla. Porque, aunque nos pueda sonar más raro que Fernando Alonso consiguiendo la pole este año, nuestra Iglesia tiene mucho que decir sobre el sexo y la sexualidad humana. Recuerda que la Iglesia es depositaria de una gran sabiduría humana y divina acumulada a lo largo de los siglos, es como si estuviese formada por un montón de tipos parecidos a Gandalf con iluminación que viene del Espíritu Santo. Además, la Iglesia es madre, y como madre sólo busca lo mejor para la persona. Tranquilo, la Iglesia no cobra ni saca beneficios de que tú hagas o no hagas algo. Es por ti, fundamentalmente.
Por todo esto, te animamos profundamente a que busques informarte y formarte de la enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones de sexualidad. Aquí los autores de esto que estás leyendo, hemos recibido dicha formación (aunque aún nos queda, para saberlo todo necesitaríamos de alrededor de 1079 años, échale lo que saben estos papas) y te podemos decir con el corazón en la mano que merece totalmente la pena. El sentido que da la Iglesia a la sexualidad y al sexo, en contra de lo que se ha dicho a veces, es espectacular. Te descubre la verdadera profundidad, el verdadero valor y significado que tiene la sexualidad para amar y ser amado, que es lo que todo hijo de vecino quiere en este mundo, aunque lo pueda ocultar bajo una fachada en plan Vin Diesel.
¿Cómo formarte? Bueno, dos opciones fundamentales. La primera es leer por ti mismo qué es lo que se dice y escribe. Encíclicas, cartas, comunicados, conferencias, congresos, libros de autores cristianos… una legión de opciones. Otra, quizás más interesante si la complementamos con la primera, es acercarte a tu parroquia o lugar de contacto con otros cristianos, y preguntarle a tu señor cura si conoce algún sitio al que puedas ir para que te hablen de esto, o a lo mejor que montéis una actividad para charlar sobre el tema… por supuesto, también se realizan muchos cursillos y conferencias en este nuestro Madrid, es cuestión de informarse y buscar.
Y es que nadie lo hará por ti. Puede costar: pereza, cambiar algunas cosas en tu vida… pero no hay nada como toparse con el verdadero amor y con la verdad de ti y de tu sexualidad. Es algo único, y te lo decimos por experiencia. No pierdas la oportunidad de vivir en plenitud lo que eres y lo que tienes. Deja que Dios te diga por qué te hizo como te hizo.
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