10/10/10

"Cuando le preguntas, Él contesta". Vocación de Pilar Gálvez

Soy Pili, tengo 29 años, vivo en Torrejón de Ardoz, y el Señor me hace el gran regalo de poder empezar una nueva vida: el 12 de octubre entro en el monasterio de Clarisas de la Aguilera (Burgos).

Yo soy una persona que a “ojos del mundo” lo tenía todo, una plaza fija en la Administración Pública, mi casa, mi coche, una buena familia, amigos, un grupo de gente joven en la parroquia. Pero realmente mi corazón seguía buscando porque en eso no encontraba la verdadera felicidad.

Cuando el corazón busca, intentas saciar los deseos que surgen de él con las cosas que te ofrece el mundo, la moda, las fiestas,… pero me daba cuenta que así iba encontrando más vacío. Sólo cuando me puse delante de Jesús en la eucaristía y le pregunté para que me dijera qué era lo que mi corazón anhelaba, cuál era el plan que tenía proyectado para mi, fue cuando mi corazón empezó a descansar.

Cuando le preguntas en serio a Jesús Él contesta, y poco a poco a mi me fue preparando el corazón para decirme que me quería para Él. Fue un tiempo muy bonito estar siempre abierta a la voluntad del Señor, de no tener ninguna pretensión y de no buscar en ningún momento mi propia voluntad, cosa que a veces no es fácil, porque me gusta fantasear un poquito y me ponía a imaginar mi futuro y por supuesto eran mis planes y no los de Dios.

La eucaristía y la oración se volvieron fundamentales en mí día a día. Organizaba mi horario en función de la hora a la que ese día podía ir a misa. Y fue poco a poco como un soplo de viento, el Espíritu Santo me fue envolviendo y haciéndome cada día más suya.

Yo nunca me había planteado ser monja, pero cuando te “dejas hacer” por el Señor y descubres la felicidad y libertad plena, ya no puedes vivir por menos de lo que has encontrado. Eso fue lo que me paso cuando conocí esta comunidad, mi corazón botó de alegría, yo en ese momento no supe reconocerlo pero después de pasar una Pascua con ellas yo no quería vivir por menos de lo que allí había vivido. Jesús me había arrebatado el corazón. Poco a poco seguí avanzando en mi relación con Él y, como un novio con su Amada, a través de cientos de detalles me fue conquistando, siempre tratándome con total libertad, todo me lo presentaba con un: ¿si tu quieres…? Él no impone nada, te lo da todo para que tú lo acojas en plena libertada.

Me siento tan pequeña y a la vez tan dichosa por el don recibido, de poder empezar a vivir en esta comunidad de consagradas contemplativas, que sólo doy gracias a Dios por haberse empeñado en mi, por su paciencia conmigo y por todo el amor que me tiene.

No hay nada mejor que hacer el plan que Dios tiene para cada uno de nosotros. No tengáis miedo de preguntarle a Dios qué quiere de cada uno de vosotros, Dios no quita nada lo da todo.


Estamos todos unidos y sostenidos por la oración. Cuento con la oración de cada uno y por supuesto yo desde el convento os sostengo a cada uno con mi oración.

Que nuestro corazón arda cada día más de amor por Cristo.

PILI

Pilar Gálvez
San Juan Evangelista, Torrejón de Ardoz
Diócesis de Alcalá de Henares
España

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