24/12/07

La Navidad es para tí

No penséis nunca que sois desconocidos a sus ojos, como simples números de una masa anónima. Cada uno de vosotros es precioso para Cristo; Él os conoce personalmente y os ama con ternura, incluso cuando uno no se da cuenta de ello.
Juan Pablo II



Hoy ya se ha encendido la cuarta y última vela del adviento. A los cirios les va quedando poco mientras, a medida que menguan, se acerca la venida de nuestro Salvador. Sin embargo, ¿para quiénes es la Navidad?, ¿Para quién va dirigida?, ¿acaso es a ti?

Normalmente, cuando contemplas los belenes que hay por tu ciudad y por tu barrio, cuando contemplas las figuritas, te sorprendes de lo normales que eran los que se enteraron de la venida del Señor. Es gracioso que el Rey de reyes tuviese como público de su venida a gente tan corriente. Gente que trabajaba en el campo, que no era perfecta, que no eran los grandes "cracks" a los ojos del mundo, que no eran los más famosos ni los más ricos. Eran gente como tú y como yo.

Sabes por qué se enteraron de su llegada, porque se sabían enfermos , conocían sus defectos, eran ciegos y sordos, estaban muertos y eran pobres. Si somos sinceros con nosotros mismos también descubriremos esas carencias que hay en nosotros . Porque nosotros también estamos enfermos cuando nos gana nuestro egoísmo frente al amar y dedicar tiempo a un amigo, nosotros también estamos ciegos cuando observamos que hay algo que no marcha bien en nuestra vida, en nuestra relación con Dios, y miramos hacia otro lado. Somos sordos cuando nuestra conciencia nos dice que es hora de cambiar, tiempo de revolución interior, y nos dejamos atrapar por las garras del sofá de la comodidad y la pereza. Estamos muertos cuando no terminamos de vivir nuestras miserias de cara al Señor, cuando nos encabezonamos en vivir la vida como si Él no existiera. Somos pobres cuando negamos nuestra riqueza, el Señor.

Tú y yo, mañana y pasado mañana, tenemos que hacer un poco de examen interior. Y, cuando estemos viendo nuestra realidad, darnos cuenta que el Señor es médico, y los médicos no han venido para sanar a los que están sanos sino que llaman y están al lado de los enfermos. Enfermos como tú y como yo.

Si lo deseas la Navidad puede recordarte uno de los profundos misterios de nuestra Fe: el que Dios se haya hecho hombre. Se dice fácilmente, pero al profundizarlo ¡Caemos de espaldas! Dios mismo, presente en la tierra, naciendo del seno purísimo de María, se hace carne, una carne que amará, y que sufrirá todo lo que un humano puede amar y sufrir.
La natividad del Señor es una celebración al "si" de la Santísima Virgen , que sin reparos ha aceptado la Voluntad del Altísimo. Ahora, con la Navidad, ese sí da un fruto, un bebé, pequeñito, indefenso, vulnerable. El Rey de reyes nace en un humilde rincón. Casi podríamos llamarla "humildad suprema", de no ser porque el Señor quiso humillarse aún más, ser más vulnerable todavía, y quedarse por siempre entre nosotros escondido en un pedacito de pan. Hoy, cada día, en el Santísimo Sacramento está también presente aquel niño.
Para ti, esta debe ser una fecha de profunda y alegre reflexión. Hemos sido bautizados en nombre de ese niño pequeñito, y con ello hemos recibido el privilegio del perdón de la falta original. Porque Jesucristo nació en Belén, hoy podemos salvarnos.
Ese hermoso niño, menudo y tierno como todos los bebés, algún día sorprendería a sus padres en el Templo hablando con los Doctores; convertiría el agua en vino; dominaría tempestades; convertiría a unos humildes pescadores en santos; multiplicaría unos cuantos panes y peces para alimentar a miles; proclamaría las bienaventuranzas; entraría triunfante en Jerusalén; sería traicionado por uno de los suyos, arrestado, flagelado y asesinado en una cruz; ese bebé un día conocería la muerte, pero triunfaría sobre ella. Ese pequeño niño sería quien removería la historia del mundo, liberando a los esclavos y humillando a los soberbios.
Y hoy, aquí, ahora, entre tecnología, entre las ventanas del Windows –o del Linux (ejem )-, entre iPod´s y TDT´s, Jesús sigue con nosotros. ¡Y nosotros que seguimos viviendo sin pensar en él!

La navidad para nosotros tiene que ser una invitación a recordar con el corazón en la mano que Dios nos ama tanto , que nos ha dado a su Hijo Unigénito. ¿Cómo le estamos correspondiendo?

Esta época del año, en la que convivimos en familia haciéndonos regalos, abrazándonos unos a otros es un momento de pausa para reflexionar seriamente sobre nuestras vidas, sobre el papel que tiene Dios en nuestra existencia diaria. Es un momento para pensar en el Sumo Pontífice y amarlo profundamente, porque es el Vicario de Cristo. También es un momento para dar gracias a María, madre nuestra por aquel "si" que cambio el curso de nuestra existencia. Es un momento para rezar por la Iglesia, por su unidad. La Navidad es ese momento que todos necesitamos de Esperanza y de Fe, que debe convertirse en caridad, en amor hacia Dios, hacia nuestros Padres, hacia nuestros hermanos, una caridad para el amigo y para el enemigo por igual. Y también un momento para la conversión.

El año está por terminar, y aún tenemos tiempo en esta Navidad de realizar una profunda conversión en nuestras vidas . La Navidad, época de milagros, debe lograr nuestra conversión. Una conversión basada en conocer nuestra Fe, en comprenderla, en asumirla. Esta navidad puede ser diferente a cualquier otra. Solo basta con que tú y que yo reflexionemos profundamente en todos los misterios de nuestra Fe. Dios, que todo lo puede, sembrará en nuestra alma (quizá un poco marchita) con el soplo de su espíritu, una conversión para ser cristianos-católicos verdaderos. Eso que quizá pueda parecer tan difícil, lo puede hacer quien fue alguna vez una solo un pequeño bebé. Pídele al Niño Jesús esta Navidad que te conceda la gracia de la conversión hacia una vida en la fe plena, congruente y comprometida. Y si todo esto no te ha inspirado un poco, esta noche busca la estrella que revolotea por tu vida, y quizá como a los pastores, salte a tu vista y te dice "ven, sígueme". Si esto ocurre, sin duda será la Luz de Jesucristo.



Buena semana !!

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20/12/07

Nos toca ser valientes

Él no baja del cielo un día y otro día para quedarse en un copón dorado, sino para encontrar otro cielo que le es infinitamente más querido que el primero: el cielo de nuestra alma, creada a su imagen y templo vivo de la adorable Trinidad.
Santa Teresa de Lisieux




SI PENSAS QUE ESTÁS VENCIDO, LO ESTÁS
SI PIENSAS QUE NO TE ATREVES, NO LO HARÁS
SI PIENSAS QUE TE GUSTARÍA GANAR

PERO NO PUEDES, NO LO LOGRARÁS.

SI PIENSAS QUE PERDERÁS, YA HAS PERDIDO
Y ES QUE MUCHAS CARRERAS SE HAN PERDIDO
ANTES DE HABERSE CORRIDO.
Y MUCHOS COBARDES HAN FRACASADO
ANTES DE HABER SU TRABAJO EMPEZADO.

PIENSA EN GRANDE Y TUS HECHOS CRECERÁN

PIENSA EN PEQUEÑO Y TE QUEDARÁS ATRÁS
PIENSA QUE PUEDES Y PODRÁS
TODO ESTÁ EN EL ESTADO MENTAL.

PORQUE LA BATALLA DE LA VIDA, NO SIEMPRE LA GANA
EL HOMBRE MÁS FUERTE O EL MÁS LIGERO
TARDE O TEMPRANO EL HOMBRE QUE GANA
ES EL QUE CREE PODER HACERLO. .
Texto de RUDYARD KIPLING

Te endiento perfectamente, es más sé que Dios también te entiende mucho más que yo. ¿Ser tú elegido por él? Quizás no lo creas, pero es así. Es posible que hasta ahora hayas ido dando largas. Mañana cambiaré, mañana me confesaré, mañana iré a misa, mañana, mañana, mañana… mañana le abriremos, decías, para lo mismo repetir mañana.

Pero hoy, si quieres, puede ser distinto. Benedicto XVI dijo el jueves pasado a los universitarios de Roma que se lanzasen, que te lanzases TÚ TAMBIÉN, a abrirse a Dios como lo hizo la Virgen María. A decir un SÍ valiente.

"Fijaos en la luz. Si las ventanas están herméticamente cerradas, el sol esplendoroso no puede iluminar la casa. Si es una ventana pequeña, entra un rayo de luz; si se abre un poco más, la sala comienza a aclararse, pero sólo cuando está totalmente abierta, los rayos del sol iluminan y calienta el ambiente", dijo el Papa.

Tu alma, tu persona, es esa casa. Esa casa en la que tú decides si amueblarla o no; si limpiarla de vez en cuando o dejar que se amontone el polvo y la suciedad; tú decides si quieres que la vida que habita en ella se siente bien gracias a la calefacción o dejarles a la intemperie cuando llegue el frío. Sólo tú decides si quieres que tu hogar interior esté iluminado por los rayos del Amor de Dios o no.

En tus manos está que sea un hogar de acogida hacia los que te necesitan. Tú sabrás si, cuando te llaman pidiéndote ayuda, miras por la mirilla y pasas de abrir o en cambio abres corriendo la puerta al amigo necesitado de ti. No sé hasta qué punto te das cuenta de que no hay que dejar que pase más el tiempo sin plantearte para qué estás aquí, cual es el fin de tu vida.

Quizás sea tiempo de empezar a reparar las goteras que han ido creciendo estos años cuando decidiste dejar a Dios aparcado en el cajón. Quizás es tiempo de fregar y barrer, de volver a dejar que tu alma respire con una buena confesión. Quizás sea tiempo de cambiar el aroma de tu hogar llenándolo de oración, o quizás ha llegado el momento de apostar por ampliar el hogar y tirar tabiques dedicando más tiempo a Dios.

En la obra de tu hogar, de tu vida, el único jefe de obras eres tú. En tu mano está tomar las decisiones o decidir no tomarlas. Depende de ti. Si te animas a hacer reformas, conozco a un buen arquitecto que seguro que te puede ayudar. Mira, su nombre es Cristo. Su dirección, cualquier parte. Su teléfono, lo tienes en tu interior. Y, lo más importante, ¿cuánto cobra? Eso es lo mejor de todo, por más que le pagues Él siempre te lo devuelve con creces… Él no entiende de facturas e hipotecas, no le importa que estés en números rojos. Con que confíes en Él le vale…

Prepara las dos semanas que quedan para su nacimiento.


Buena semana!!
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14/12/07

Encuentro personal con Cristo

En el seno de María Santísima había para Jesús amor, pureza, adoración, respeto, compañía, afecto, cuidado… Y cuando sale del sagrario y viene a mi pobre pecho, ¿qué encuentra?

Santa María Micaela



Hoy en CIRCULAR queremos compartir contigo el testimonio de un joven que, tras vivir lejos de Dios, se convierte por encontrarse con la Persona que colma de sentido su vida, Jesucristo. Deseamos que sus palabras te sirvan a ti también para que en este tiempo de ADVIENTO surja un profundo deseo que reconversión en tu corazón. Para que prepares bien el pesebre -tu alma- que dentro de poco ofrecerás a Jesús como hogar. Esperamos que te guste.

Historia de un joven converso

A veces te paras a pensar en años pasados, en las cosas que hiciste hace tiempo, en tu forma de pensar, y te sale una sonrisa tonta pensando en lo mucho que todo ha cambiado, en lo tonto que eras, en los errores que cometiste… en mi caso la sonrisa es de oreja a oreja. Hasta hace bien poco yo pensaba totalmente distinto a como pienso ahora. Desde hace poco tiempo mi vida ha cambiado, gracias a que Alguien me encontró y me sacó de mi estupidez.

Desde niño yo había sido católico, rezaba lo que reza un niño y entendía lo poco que entiende un niño. Tampoco me preocupaba por nada más. Sin embargo, al llegar la adolescencia la cosa cambió: te preguntas cosas, intentas entender el por qué de Dios, el por qué de la religión…y como eres un pobrecito ignorante, no encuentras respuestas. Pero en el fondo, tampoco las quise buscar demasiado, porque a mis 14 años tenía el concepto de religión como algo que me cortaba mi libertad, mi vida. No entendía y tampoco quería entender , sólo quería hacer "lo que la gente normal hace", y Dios no era "normal". En ese plan decidí dejarlo todo. Dejé a Dios y todo tipo de creencia para "ser libre". Imbécil de mí. La libertad que buscaba pronto demostraría no ser más que mentira, aposté por una vida que bajo ninguna circunstancia llena, porque no es más que superficialismo y sinsentido. Con esa vida no encuentras respuestas. Sabes que no tienes respuestas, entonces ¿para qué preguntar? Vives anestesiado con cuatro tonterías. No vives, sobrevives. No eres dueño de tu vida, te dejas arrastrar. No eliges, la gente elige por ti. Es como vivir en la inopia.

¿Crees que exagero? Yo diría que no. Sal a la calle por la noche, observa a todos aquellos que viven para el viernes o el sábado, ¿crees que son felices?, ¿crees que se puede ser feliz desfasando los fines de semana? El alcohol sólo sirve para acallar penas, soledades, además ¿qué amistad es esa que necesita emborracharse para divertirse? Mira a todas esas parejas que en lugar de conocerse sólo buscar enrollarse. Pasean en silencio, sin hablar, sin descubrir a la otra persona… ¿crees que eso es querer de verdad?, ¿apostarías porque algún día se casarán y serán felices? Déjame adelantarme, te aseguro que no. ¿Les has preguntado alguna vez sobre sus inquietudes, lo que les mueve en la vida? No te molestes, no vas a oír nada coherente. El problema de la gente no es que sea mala, es que no saben amar: ni a sus amigos, ni a su novio/a… en el fondo están vacíos.

Yo no fui muy diferente. Mi vida no se basaba en nada serio, estable. Nunca me preocupé de nada de eso. Empecé a salir con una chica, por supuesto sin estar enamorado. Sólo quería "probar" qué era eso de tener novia. La relación se alargó un año y medio. ¿Había verdadero amor entre ambos? No. Yo la tenía cariño, sí, y ella a mí. Pero no estábamos enamorados, era más "costumbre y rutina" que otra cosa. No estaba enamorado, sabía que algún día se rompería la relación, pero bueno era "mi piba". Gran argumento el mío.

Yo notaba que la vida que llevaba no me llenaba en absoluto. Me sentía vacío. No había nada que me hiciera feliz de verdad. Notaba que el tiempo se me escapaba de las manos y todo seguía igual. Mi relación estaba en un punto deprimente. Necesitaba cambiar. Por suerte, en aquel momento tuve grandes amigos que me dieron grandes consejos. Me entendieron, me ayudaron, y me enseñaron de qué va el amor. Ese fue el primer gran paso hacia mi conversión: había descubierto una forma de amar diferente. Con gran dolor dejé a mi novia. Era lo mejor que podía hacer, no tenía sentido seguir una relación así. A partir de entonces abrí mi mente a cosas nuevas. Pasé de el "no querer escuchar" a buscar la verdad. Al poco tiempo volví a creer en Dios, pero lógicamente el paso de eso a relacionarme con Él era grande. Yo seguía sintiendo que algo me faltaba, que mi creencia era muy etérea, como quien tiene un primo en… Un amigo mío me animó a ir a Misa, a confesarme. Dudé, pero le hice caso. Volver a entrar en la iglesia de cuando era niño después de tanto tiempo fue sin duda impactante. Pero sentí como haber vuelto a casa, haber vuelto a aquello que abandoné. Me sentí atraído. En menos de dos semanas me confesé, fui a Misa y me confirmé.

Sin embargo los católicos tenemos un gran peligro: caer en el moralismo. Que tu vida se base en tus costumbres y creencias y no en el que realmente es importante, Jesucristo. Eso me pasó a mí durante algún tiempo. No porque no supiese que Jesucristo es lo más importante, sino porque no consigues relacionarte con él. Todo se puede volver muy mecánico y frío, y sin duda es algo poco recomendable porque pierdes el verdadero norte del cristianismo, que al fin y al cabo se trata de una relación con Dios, y no un conjunto de prácticas e ideales. La clave para no perder la cobertura con Dios es sin duda la oración. Pero no algo mecánico o un monólogo, sino verdaderamente hablar con Él, de hijo a Padre. Si no te sale, díselo. "Señor no sé cómo hacerlo, ayúdame", eso es el primer paso. Luego tenerle siempre muy presente, basar toda tu vida en Él, cada minuto. Esa es la verdadera frescura que dará Jesucristo a tu vida, y lo que te hará realmente feliz.

Mi vida ha cambiado. Dios se sirvió de la gente para sacarme del pozo. Ahora sé qué es lo importante. Me preocupo menos por las cosas sin importancia. Sé qué tengo que hacer, y si no lo sé, sé a Quien preguntar. Soy capaz de hacer cosas que antes jamás podría. Ahora sé que puedo mejorar en todo, que puedo conseguir cualquier meta con Su ayuda. Y sobre todo, ahora soy feliz. Nada hay mejor que sentirse amado por Dios, sentir que él está allí para ayudarte, que ha dado Su vida por ti. No importa lo que venga sobre mí, porque sé que aunque yo soy débil, con Su fuerza nada puede vencerme. Saber que te ama infinitamente Aquél que verdaderamente importa, es lo único que necesitas para ser feliz.

Buena semana!!

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4/12/07

Dispuesto a quedarme a solas

Incluso nosotros tenemos más suerte que aquellos que vivieron con Él durante su vida terrena, pues a veces habían de andar horas o días para encontrarle, mientras nosotros le tenemos tan cerca en cada Sagrario. Normalmente es bien poco lo que hemos de esforzarnos para encontrar al mismo Jesús.

El Santo Cura de Ars


Dispuesto a quedarme a solas. Sí, eso era lo único que se me ocurría. Eso es lo único que hoy quería decirte. ¿Te asusta el silencio? Eso era lo único que hoy quería preguntarte. Bueno eso y también ¿hacia dónde vas?, ¿hacia qué puerto te diriges?, ¿sabes cuál es tu objetivo o simplemente vas a la deriva?

Mucha gente, en estas próximas fechas, busca no separar la pandereta de su oído no sea que el silencio interior haga que empiece a reflexionar sobre su existencia. Pero, antes de que el turrón llene tu boca, me gustaría que te animases, junto a mí, a pararte un poquito y pensar.

¿¿¿¿Pensar????, sí…. ¿sobre qué?

Como a todos nos cuesta pensar, y más aún hacer examen, desde CIRCULAR te mandamos este video que sustituye al circular de la semana. Se trata de la apasionante vida de un hombre igual que tú y que yo. Un hombre, que como tú y como yo, no entiende a veces las complicaciones de la vida, le surgen problemas y, como todos, lucha por seguir hacia delante. Él, al igual que tú, sabe qué significa sufrir por amor, sabe lo que se siente cuando éste se cruza en tu vida. Y, sí, él también se cruzará tarde o temprano con la muerte, al igual que tú y que yo –aunque Steve, el personaje del video, ya tuvo una experiencia cercana con la muerte-.

¿Te atreves a escuchar su historia?

Aquí tienes el VIDEO

25/11/07

El Espíritu Santo...¡ y ese quién es? (2)

Nos alegra mucho lo que sigue: Bienaventurados los que sin haber visto creyeron. Sentencia en la que, sin duda, estamos incluidos nosotros, que confesamos con el alma al que no hemos visto en la carne. Se alude a nosotros, con tal que vivamos conforme a la fe; porque sólo cree de verdad el que practica lo que cree"

San Gregorio


COMO SE ABRE EL AULA Y COMO SE CIERRA

Pero esa escuela o aula que el Espíritu Santo pone en el alma tiene sus normas. Francisca J. del Valle era una mujer pobre de un pueblo de Castilla, que trabajaba como costurera; trataba mucho al Espíritu Santo, y escribió cosas sobre El que superaban a la más alta teología. Ella da algunas normas de esta escuela:


1) "Este Divino Maestro pone su escuela en el interior de las almas que se lo piden y ardientemente desean tenerle por maestro"

Fíjate por qué es chocante. La escuela está en el interior mío , pero quien pone la escuela es El; y si él, que es el Maestro, no quiere, yo no puedo entrar en ella. O lo que es lo mismo, está cerrada. Puedo entrar cuando El me mete; y me mete cuando se lo pido y quiero de verdad esta r en esa Escuela, cuando quiero que El sea mi Maestro, llevar las lecciones al día; es decir cuando quiero ser santo, cuando quiero quererle. Por lo tanto, lo primero es querer y pedírselo. No es lo mismo decir quiero, que decir... bien, no me importa. ¿Quieres en serio?

2) "En esta escuela todo es de practicar lo que te enseñan, y si no lo practican, es cosa concluida; la escuela se cierra y no se abre"

Está claro: si no se le hace caso a lo que va enseñando, se cierra la escuela y ya deja de enseñar. Por eso muchas veces decimos con razón que tal cosa no se me ocurre, no me acuerdo...: quizá sea porque las primeras veces no lo hicimos por pereza y el Espíritu ha cerrado la Escuela. Si este es tu caso, párate ahora y empéñate en insistirle hasta que te meta en la Escuela y te enseñe como Maestro.

3) "El Espíritu-Maestro se da tal arte y maña... para enseñar..., es tan hábil y tan sabio, tan poderoso y sutil, que, sin saber uno cómo, se siente todo cambiado al poco tiempo de estar con El en esta escuela"

Por eso no hay agobios: lo importante lo hace El; lo que hago yo es dejarle hacer , poner en práctica esas pequeñas cosas que me dice. Y sin darme cuenta, sin saber cómo, al cabo del tiempo me sorprendo con cambios grandes que me llenan de felicidad.

4) "A los principios calla, tolera, y no castiga; (...) y nunca pide ni exige lo que no podemos".

5) "Todo hay que practicarlo desinteresadamente, si no nuestras obras no tienen mérito"
Es decir, no hay que hacer las cosas por mí, por ganar yo, sino por El.


6) "Su modo de enseñar no es con la palabra; (...) su modo de enseñar es por medio de una luz clara y hermosa que El pone en el entendimiento; junto con la luz da como un dardazo a la voluntad, y la voluntad al recibirla se siente toda encendida en amor a su Dios."


Así habla: dando luz para entender , para darse cuenta; y moviendo la voluntad: despertando ganas o voluntad de querer. Cuantas veces se oye decir: a mí Dios no me dice nada. Mal asunto entonces: o no sabes cómo habla, o realmente no te habla. Y si no te habla no es porque no quiera, sino porque no le dejas hablar o no le dejas mandar.

7) "Nos dice que hablemos y obremos siempre con sencillez" (sin engaños, sin dobles intenciones...)

8)"Nos exhorta que seamos exigentes con nosotros mismos (....) y a tener mucha tolerancia con los demás".


DONES DEL ESPIRITU SANTO

Ya tenemos claro que el Espíritu Santo es nuestro, nos lo ha dado Dios. Y cuando uno vive con El su vida, cuando le trata, el Espíritu le hace unos regalos o dones. Son el don de ciencia, consejo, inteligencia, sabiduría, piedad, fortaleza y temor.


LOS FRUTOS DEL ESPIRITU

Jesucristo es la vid, y nosotros los sarmientos . Y quiere Jesús que los sarmientos den frutos. Esos frutos que el Espíritu Santo da en el alma del cristiano son el amor, la alegría, la paz, la paciencia y la longanimidad, la bondad y la benignidad, la mansedumbre y la fidelidad, la modestia, la continencia y la castidad.

Recuerdo un campamento en el que estuve con un grupo de montañeros. Ya el segundo día uno de ellos fue apodado con este elocuente sustanti­vo : electrón. Todos le llamaban así por su marcada carga negativa: a veces lo pasaba bien y entonces estaba contento, pero el resto del tiempo estaba quejándose, amargado y amargando al resto. Al explicárselo consiguió pasar a ser neutrón: por lo menos estaba callado. Con el tiempo y la oración llegó a ser un auténtico positrón.

Todos queremos divertirnos, o mejor, ser felices y estar contentos . Pero es frecuente encontrar personas que sólo se divierten , son felices y están contentos cuando las cosas van bien y salen como ellos quieren. Esa es la gente que no tiene el fruto de la alegría. Mientras se distraen con planes buenos pueden reírse más o menos a gusto. Pero no son felices, aunque sí lo pasan bien algunos ratos.

Es el caso, por ejemplo, de los que están toda la semana esperando el fin de semana para ser felices, al menos, dos días y medio. Pero no son felices; sólo lo pasan bien, y lo pasan bien mientras dura el fin de semana. "¡Como lo he pasado...!, dicen, pero ya ha pasado; el problema es que no son felices. La alegría es un fruto, algo que uno se encuentra dentro, y de forma permanente, independientemente del plan y de cómo salgan las cosas... ¡es feliz! Eso es fruto del Espíritu Santo

La alegría es el descanso de la voluntad en la posesión de la persona amada: en Dios, y en los demás por Dios.

//Adaptación de "Tratar al Espíritu Santo"//


Buena semana !!
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18/11/07

El Espíritu Santo...¿y ese quién es?

No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. Da de tu pan al hambriento y da tus vestidos al desnudo. Busca el consejo de los prudentes. Bendice al Señor en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos y que lleguen a buen fin todas tus sendas y proyectos. (Tb. 4,16-17. 19-20)



Hay ocasiones de bajón en nuestra vida en las que nos decimos a nosotros mismo: menudo marrón me ha caído con esto de ser cristiano . Cuántas veces nos hemos visto pequeños, ¿verdad? Cuántas veces hemos dicho que no valemos pa´ esto, que tenemos muchos defectos, que estamos muy cansado… El maligno siempre aprovecha esas ocasiones para cerrarnos el corazón y que así nosotros no pidamos ayuda y nos empecemos a sentir solos ante el vendaval. Pero es que jamás estamos solos ante las luchas, tenemos siempre a Alguien detrás nuestra. Dios nos anima, nos protege, nos guarda, nos guía. Es lógico que te veas pequeño en ciertas ocasiones, porque lo eres. Tú y yo somos pequeñitos y a menudo vemos los retos de Dios como imposibles. Pero estos sólo son imposible si apartamos a Dios del plan. Porque es Él quien mueve los corazones de los demás, quien te da la gracia para que te esfuerces al máximo, para que te superes día a día, para que seas mejor amigo, mejor novio/a, mejor hijo o mejor padre. No pierdas de vista la ayuda de Dios.

Hoy aquí te presentamos al Espíritu Santo, una de las personas de la Trinidad que está con nosotros en todas nuestras aventuras por esta vida. Él es guía y refugio, es maestro y protector. No tengas el móvil de tu alma en silencio porque si quieres Él puede llamarte ahora mismo, y si aceptas la llamada verás todo con luces nuevas.

INTRODUCCIÓN

Cuando un cristiano corriente se arrodilla para rezar sus oracio­nes, está intentando ponerse en contacto con Dios. Pero sabe que lo que le está moviendo a rezar también es Dios: Dios, por así decirlo, dentro de él. Pero también sabe que todo su conocimiento real de Dios le viene a través de Cristo, el Hombre que es Dios..., que Cristo está de pie a su lado, ayudándole a rezar, rezando con él. ¿Ves lo que está ocurrien­do? Dios es aquello a lo cual él está rezando, la meta que está intentando alcanzar. Dios es también el que dentro de él le empuja, la fuerza de su motivación. Dios es también el camino o puente a lo largo del cual está siendo empujado hacia esa meta. De manera que las tres Personas divinas están presentes cada vez que digo una oración.

DIOS EN MI Y YO EN DIOS

En demasiadas ocasiones uno se encuentra con gente que pide a Dios cosas, como si se tratase de regalos que Dios pudiese coger de un gran armario y entregárselos a quien se los pide. Se le suplica que dé paz, fortaleza, felicidad, alegría, poder, vida eterna... Pero debemos entender que Dios no tiene un armario con esas cosas para regalar, sino que esas cosas están en El, en Dios: Dios sería, en todo caso, el armario. Y sólo quien entre en el armario puede obtenerlas: sólo quien se mete en Dios puede entregárselas.

¿Y qué es eso de meterse en Dios? Dios crea al hombre, y este tiene una vida que podríamos llamar natural o biológica. Pero Dios ofrece al hombre la posibilidad de nacer de nuevo, y nacer así a una vida sobrenatural: Dios vive en mi interior, Dios se mete en mí, o lo que es lo mismo: yo me meto en El. Y entonces Dios y yo vivimos mi vida: entiendo más como El, veo las cosa como El, siento más como El, quiero más lo que El quiere, tengo la fuerza de El... Y así, estando Dios metido en mi, o yo metido en Dios... voy siendo otro Cristo. He nacido a una nueva vida, que es la del Espíritu.

EL SANTO ES EL LLENO DEL ESPIRITU

Me decía un buen chaval de 16 años , en un momento de bajón y desánimo importante:"llevo varios meses intentando ser santo y luchando por amar a Dios, pero me he dado cuenta de que casi no le amo, y eso que se lo pido y me esfuerzo". Y al ver su comportamiento, sus ofensas a Dios y lo poco que Dios le movía, concluía:"yo creo que en el fondo no quiero". Tuve que decirle que, aunque de momento no se notase en su vida concreta, él si quería a Dios, porque quería quererle. Lo que ocurría es que amaba poco a Dios, pero le amaba todo lo que podía; y Dios le ayudaba, también, todo lo que podía. Y se quedo muy animado cuando se lo expliqué: Si yo voy a Dios con un vaso lleno de agua y le pido que me lo llene de Coca-Cola, Dios me dirá con una gran lógica: pero si lo tienes lleno de agua ¿cómo te lo voy a llenar de Coca-Cola? Yo puedo insistirle otra vez en que me lo llene de Coca-Cola, pero El podría echarme como mucho un poquito, hasta el borde, pero no más. ¡Pues vacíalo de agua!, si no lo vacías no puedo hacer nada. Y es verdad: es un problema de física. Dios no puede hacer un imposible. Si quiero que el vaso de mi corazón se llene de su amor, pero se lo presento lleno de amor a mí mismo y a mis cosas, El no puede hacer nada. No debemos desanimarnos: amamos a Dios todo lo que podemos, lo que ocurre es que a veces podemos poco.

Ser santo consiste en ir vaciándome de mi mismo , y Él ir llenando mi vaso de Espíritu Santo. ¿Y cómo se vacía uno de sí mismo? Pues de dos maneras: primero, achicando agua. Cuando vas en un bote de remos y se ha metido agua en el interior, se coge algún cubo o recipiente y se va achicando el agua, poco a poco, cubo a cubo. Poco a poco, detalle a detalle, achicar el yo: con sacrificios, dejando algunos caprichos, no haciendo caso al me apetece...

Y segundo: metiendo con esfuerzo otras cosas en mi: a Dios y a los demás , y por presión saldrá el yo; pensar en los demás, hablar de lo que les gusta, hacer favores, pensar en Dios, tratarle...

ESPIRITU Y SUS CLASES PARTICULARES

Mi alma, tu alma, es un aula en la que tú eres el único alumno . Y tienes un profesor particular, el Espíritu Santo, que te va explicando en cada momento lo que tienes que hacer. Y va lección a lección: barrotes, una letra, otra, te enseña a leer y escribir... y si le sigues la clase particular, con muchos pequeños esfuerzos, acabas siendo un verdadero santo, acabas siendo el mismo Cristo.

¿Y cuándo da esas lecciones? Quizá pienses que tú no has tenido todavía ninguna clase particular. Y seguro que no es así. Las lecciones las da cuando él quiere. Y las da dentro de ti: en tu conciencia. Insinúa que eso lo puedes hacer mejor; en su momento te recuerda un propósito para que lo hagas; te da la idea de hacer un favor a un amigo o ayudar en casa en una cosa concreta; hace que se te ocurra hablar con un amigo diciéndole una cosa que le puede ayudar; te advierte que evites una situación que te puede venir mal; te recuerda que tienes que ponerte a estudiar o no interrumpir el trabajo porque no está terminado; te recuerda que te peines, te limpies los zapatos o dejes ordenado ese libro; te sugiere hacer un sacrificio concreto; te ofrece entregarle tu vida de un modo concreto; te da un toque haciéndote ver que estás dejándote llevar por la soberbia o el amor propio; te grita que lo que haces es egoísmo puro; te da la alegría o satisfacción de haber hecho eso bien; te anima a que seas generoso; te avisa que puedes o debes confesarte ahora;...



Esas son lecciones que da Él directamente en el alma. Aparte de muchas otras lecciones para las que se sirve de otras personas: un consejo de un familiar, el ejemplo de un conocido, una conversación con un amigo, lo que te dicen en la confesión o en la dirección espiritual, una homilía,...

//Adaptación de "Tratar al Espíritu Santo"//

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12/11/07

La mirada de Jesús

Todos los fieles, cualesquiera que sea su estado y condición, están llamados por Dios, cada uno en su camino, a la perfección de la santidad, por la que el mismo Padre es perfecto

San Fulgencio


En el Evangelio de Lucas leemos lo siguiente:

Le dijo Pedro: "¡Hombre, no sé de qué hablas!

Y en aquel momento, estando aún hablando, cantó un gallo y el Señor se volvió y miró a Pedro…

Y Pedro, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente

Yo he tenido unas relaciones bastante buenas con el Señor. Le pedía cosas, conversaba con Él, cantaba sus alabanzas, le daba gracias… Pero siempre tuve la incómoda sensación de que Él deseaba que le mirara a los ojos… cosa que yo no hacía. Yo le hablaba, pero desviaba mi mirada cuando sentía que Él me estaba mirando.

Yo miraba siempre a otra parte. Y sabía por qué: tenía miedo , pensaba que en sus ojos iba a encontrar una mirada de reproche por algún pecado del que no me hubiera arrepentido. Pensaba que en sus ojos iba a descubrir una exigencia; que había algo que Él deseaba de mí.

Al fin, un día, reuní el suficiente valor y miré. No había en sus ojos reproche ni exigencia. Sus ojos se limitaban a decir: "Te quiero". Me quedé mirando fijamente durante largo tiempo. Y allí seguía el mismo mensaje: "Te quiero". Y al igual que Pedro, salí fuera y lloré.

Anthony de Mello
El CIRCULAR de esta semana lo hemos centrado en un video, en el testimonio de un hombre, Eduardo Verástegui. Quizás su nombre no te suene pero él es un conocido actor y cantante allá en la América Latina. Seguro que tú lo conoces por co-protagonizar con Jlo el videoclip de " Ain't It Funny" de Jenifer López.


Lo podrás oír de la boca de Eduardo si ves su video-testimonio (que está en el TOP VIDEO), él tenía todo lo que parece llenar en este mundo (dinero, éxito, fama, gloria, placer…) pero vio que nada de eso lo llenaba, que vivía en una mentira. Estaba entregando su tiempo a cosas pasajeras que jamás podrían colmar la sed que todos tenemos dentro, una sed que sólo se colma al encontrar el sentido a la existencia, a la vida y apostando todo por ello.

Él se encontró con los ojos de un Dios que esquivaba desde muchos años atrás y cuando lo miró a los ojos fijamente no vio a un Dios que apuntaba los delitos sino a un Padre dispuesto a perdonar.
Ahora te toca a ti, ¿alguna vez te has atrevido a mirar a Dios a los ojos?

Buena semana!!


5/11/07

Pobres de espíritu


Cristo es la respuesta verdadera a todas tus preguntas sobre
el hombre y su destino


Juan Pablo II



Un poquito de Evangelio…


Mt 5,1-3. "Viendo Jesús este gentío subió a un monte, donde, habiéndose sentado, se le acercaron sus discípulos, y abriendo su boca los adoctrinaba diciendo: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos."



Quizás muchos a tu alrededor, incluso seguramente tú y yo, se preguntan por el significado de esta frase de Jesús. Incluso pueden no entender su significado real y quedarse así sin la gran idea que lleva la primera de la Bienaventuranzas.

En la era de Internet, del Mp3 ó 4, del iPod, del portátil… el hombre de calle puede caer en el error de idolatrar a estos cacharritos y llegarles a rendir culto sin saberlo. Fíjate que ya Jesucristo te dejó este aviso en un buzón de voz llamado Evangelio: sed pobres de espíritu para que pueda vivir Yo en vuestro corazón . Qué quiso decir, ¿que no podremos ir al cielo por tener un ordenador? NO. Dios se refería a que en el cielo entrarán aquellos que, teniendo riquezas o no en esta vida, están desprendidos y no se encuentran aprisionados por sus bienes materiales. Ahí viene nuestra primera pregunta ¿hay algún bien material que lo prefieras a los demás o a Dios?, ¿valoras demasiado tu ordenador, tu consola, tu móvil…?, ¿quizás te estás tomando muy enserio eso de no dejar que manoseen tus discos, o lo de no prestar apuntes a ese amigo de confianza por algún egoismillo tuyo o puede ser eso de que se tengan que cumplir tus planes de ir al sitio que quieres por encima de cualquier otro plan, incluso sin importarte a quien pisas por conseguirlo? Pregúntate, no es malo mirarse en el espejo y ver cómo es el ser humano que ves reflejado. No te asustes si ves cosas que cambiar. Todos tenemos nuestros puntos flancos donde luchar y ganar batallas.

También la Bienaventuranza nos habla de que la pobreza de espíritu hay que vivirla tanto en la abundancia como en la escasez. Ya lo dijo San Agustín: "padecer necesidad es algo que puede sucederle a cualquiera: pero saber padecerla es propio de las almas grandes. E igualmente, ¿quién no puede nadar en la abundancia? Pero saber abundar es propio de los que no se corrompen en la abundancia". Es decir, el truco está en saber qué es lo importante, se tengan o no muchas cosas ¿Qué es lo que más valoras en esta vida?, ¿es un objeto o un sujeto?, ¿entra en la definición de amor o de egoísmo? No olvides que mejor para el hombre es poner su tesoro en las cosas de arriba, en Dios, en su prójimo, no en coleccionar cosas que son sólo simples medios y que perecerán con el paso de los años.
Ojo, no creas que esta pobreza habla de ir sucios y con aspecto miserable. No hablamos tanto de condiciones exteriores como de un actitud del corazón. En medio de una sociedad donde no se te pregunta quién o cómo eres sino cuánto tienes, tenemos que enfrentarnos cada día a esta actitud caduca y elevar la idea de que nada es bueno si queremos eso antes que a los demás y a Dios. Cuando centramos nuestra vida en poseer cosas, en el dinero, en la fama… la experiencia nos dice que poco a poco nos vamos olvidando de los demás y de Dios. Y al final todo por lograr una mísera fortuna que no seguirá con nosotros tras nuestro paso por el tanatorio. Mira, un amigo me dijo una vez un buen consejo: cuando nacemos no traemos nada al mundo, cuando morimos tampoco podemos llevarnos nada. Busca las cosas de Arriba que esas son las que duran para siempre.

¿Dónde están tu fortuna, dónde dices que tienes tu tesoro? Es una buena pregunta para hacernos de vez en cuando. Es extraño pero a veces también la falta de pobreza se manifiesta en una sobrevaloración de nuestro tiempo. Cuando decidimos no ayudar a alguien y ponemos la excusa de "ej que no tengo tiempo", cuando sabemos que es porque nos falta generosidad en nuestro tiempo. Échale un vistazo para ver si estás atesorando en tener demasiado tiempo para ti y tus cosas.


Buena semana!!


29/10/07

¿Está cara tu caridad?

Darle a alguien todo tu amor nunca es seguro de que te amarán de regreso, pero no esperes que te amen de regreso; sólo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo. Hay cosas que te encantaría oír, que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sordo para no oírlas de Aquel que las dice desde su corazón.

Madre Teresa de Calcuta


Nunca te creas demasiado mayor para leer un cuento. Ahí va uno:

¿Podrías venderme una hora de tu tiempo?

La noche ya había caído. Sin embargo, un pequeño hacía grandes esfuerzos para no quedarse dormido; el motivo bien valía la pena: estaba esperando a su papá. Los traviesos ojos iban cayendo pesadamente. Cuando se abrió la puerta, el niño se incorporó, como impulsado por un resorte, y soltó la pregunta que lo tenía tan inquie­to:


- Papi, ¿cuánto ganas por hora? -dijo con los ojos muy abiertos.

El padre, molesto y cansado, fue tajante en su respues­ta:

- Mira hijo, eso ni siquiera tu madre lo sabe; no me molestes y vuelve a dormir, que ya es muy tarde.

- Sí papi. Sólo dime cuánto te pagan por una hora de trabajo -reiteró suplicante el niño.

Tenso, el padre apenas abrió la boca para decir:

- Cuarenta euros.

- Papá, ¿podrías prestarme veinte euros? -preguntó el pequeño.

El padre se enfureció, tomó al pequeño del brazo y con tono brusco le dijo:

- Así es que para eso querías saber cuánto gano, ¿no? ¡Vete a dormir y no sigas fastidiando, avaricioso egoísta!

El niño se alejó tímidamente, y el padre, al meditar lo sucedido, comenzó a sentirse culpable: tal vez necesita algo, pensó; y queriendo descargar su conciencia, se asomó a la habitación de su hijo y con voz suave le preguntó:

- ¿Duermes, hijo?

- Dime, papi -respondió entre sueños.

- Aquí tienes el dinero que me pediste.

- Gracias papi -susurró el niño mientras metía su manita debajo de la almohada, de donde sacó unos billetes arru­gados-. ¡Ya lo tengo, lo conseguí! -gritó jubiloso-; ¡tengo, cuarenta euros! Ahora, papá, ¿podrías venderme una hora de tu tiempo?

*Extraído de "Regálame la salud de un cuento" José Carlos Bermejo*

A que se te queda el cuerpo helado por esta historia. Pues desafortunadamente tú y yo, a diario, nos portamos muchas veces como ese padre. Siempre estamos ocupados. Decimos que "no hay tiempo". Unos por sus estudios. Te mandan trabajos, tienes prácticas, exámenes… Otros por el trabajo. Porque nos agota la cabeza, sólo queremos después de la jornada un sillónbol… Y a todos muchas veces es la falta de ganas, el no me apetece, estoy cansado, necesito tiempo para mí, estoy aburrido de la gente… etc, etc.

¿Cómo gestionas tu tiempo?, ¿cuáles son tus prioridades? Es gracioso oir la excusa del "no tengo tiempo" como aval para despreocuparnos de los demás y de Dios. ¿Te has planteado alguna vez dónde quieres sacar el 10, la nota máxima? Matemáticas, biología, lengua, carreras universitarias, trabajos y empleos, aficiones… Todas ellas se quedan cojas si no tenemos de prioridad al prójimo. ¿De qué servirán ahí los dieces, las matrículas de honor, si luego no aprobamos o aprobamos muy justitos la asignatura más importante: la de la vida? Tenemos todos que aprender a ser generosos. Saber equilibrar nuestras obligaciones y deberes con la obligación también de ayudar al resto, de ser buenos amigos de nuestros amigos, de saber dedicarles tiempo y estar ahí siempre.

¿Es realmente tu tiempo un regalo para quienes lo necesitan… o te vendes caro? Cuando un amigo te saca de tu horario programado porque necesita tu ayuda, ha tenido algún problema o algo similar, ¿respondes con gratitud o con caras de enanito gruñón?, ¿le das mil largas o estás a pie de cañón? Tenemos que esforzarnos a diario por crecer en la caridad, en ese "Amaros los unos a los otros como Yo os he amado".

¡Ey!, y no uses nunca tu generosidad para luego excusarte de no haber hecho tus deberes. La caridad es algo que tenemos que aprender a compatibilizar con nuestra vida diaria. No vale llegar el día del examen y decirle a la profesora "no he estudiado porque hace una semana a mi mejor amigo le dejó la novia". No. En medio de esta vida nuestra tenemos que aprender a ser fiel reflejo del Cristo que pisó esta misma tierra, que no renunció a sus obligaciones como carpintero, en su etapa no pública, y supo hacer su trabajo a la vez que amaba a los demás hasta el extremo.

Por último pregúntate ¿a quién podrías prestarle más atención, más tiempo? Quizás la novedad del comienzo de curso te haya alejado de alguien (de tus padres, de algún amigo, de tu pareja…). No te apures, estás a tiempo de rectificar y tu tiempo de cambiar es ahora. ¡Ah!, y no vale olvidarse de Alguien… de Dios. ¿Dónde ha quedado Dios en tu vida, en tu agenda, en tu horario? Sabes una cosa, para Él, para Dios, sigues en el punto más alto de su lista de prioridades. No te cambiaría ni te cambiará por nada. Cuando todo el mundo te falle, cuando creas que pasan de ti y estás sediento de que tengan un detalle contigo, no te olivides de que tú tienes siempre y tendrás conexión ADSL con Dios. Él no cierra por vacaciones, Él no tiene un agenda donde no quepas tú. Recuerda las palabras del Evangelio de S. Mateo en 28, 20: "Sabed que Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo".

Ánimo pequeño campeón o campeona. Nadie nace sabiendo. Y además tú tienes siempre un gran Aliado allá arriba. Esta semana pregúntate sobre estos temas y tras el chequeo ponte pequeñas metas, después de todo los edificios no se hacen con grandes bloques sino que se contruyen ladrillo a ladrillo. No dejes que nadie te quite la oportunidad de poner hoy ese ladrillo. Ni tampoco el de mañana. Aunque te cueste, Dios estará ahí para ayudarte, y si lo descuidas y caes en tus egoismillos, Dios estará ahí para levantarte.

Buena semana!!



23/10/07

En el silencio, ¿dónde está Dios?

No avanzar es retroceder, pues el alma no puede jamás estar quieta. Y, ¿cómo podremos nosotros, muy queridos hijos, aumentar el fuego en el santo deseo? Poniendo la leña sobre el fuego. Pero, ¿qué fuego? El recuerdo de los numerosos e infinitos favores de Dios, que son innombrables, y sobre todo el recuerdo de la sangre vertida por el Verbo, su Hijo único, para mostrarnos a nosotros el amor inefable que Dios nos tiene; recordando este favor y tantos otros, veremos aumentar nuestro amor.


Santa Catalina de Siena


Pregunta formulada por la joven Sara Simonetta:
Yo creo en el Dios que ha tocado mi corazón, pero son muchas las inseguridades, los interrogantes, los miedos que llevo en mi interior. No es fácil hablar de Dios con mis amigos; muchos de ellos ven a la Iglesia como una realidad que juzga a los jóvenes, que se opone a sus deseos de felicidad y de amor. Ante este rechazo siento fuertemente la soledad humana y quisiera sentir la cercanía de Dios. Santidad, ¿en este silencio dónde está Dios?

Respuesta del Papa :
Sí, todos nosotros, aunque seamos creyentes, experimentamos el silencio de Dios. En el Salmo que acabamos de rezar se encuentra este grito casi desesperado: "Habla, Señor; no te escondas". Hace poco se publicó un libro con las experiencias espirituales de la madre Teresa. En él se pone de manifiesto aún más claramente lo que ya sabíamos: con toda su caridad, su fuerza de fe, la madre Teresa sufría el silencio de Dios.

Por una parte, debemos soportar este silencio de Dios también para poder comprender a nuestros hermanos que no conocen a Dios. Por otra, con el Salmo, podemos gritar continuamente a Dios: "Habla, muéstrate". Sin duda, en nuestra vida, si tenemos el corazón abierto, podemos encontrar los grandes momentos en los que realmente la presencia de Dios se hace sensible también para nosotros.

Me viene a la mente en este momento una anécdota que refirió Juan Pablo II en los ejercicios espirituales que predicó en el Vaticano cuando aún no era Papa. Contó que después de la guerra lo visitó un oficial ruso, que era científico, el cual le dijo: "Como científico, estoy seguro de que Dios no existe; pero cuando me encuentro en una montaña, ante su majestuosa belleza, ante su grandeza, también estoy seguro de que el Creador existe y de que Dios existe".

La belleza de la creación es una de las fuentes donde realmente podemos descubrir la belleza de Dios, donde podemos ver que el Creador existe y es bueno, que es verdad lo que dice la sagrada Escritura en el relato de la creación, o sea, que Dios pensó e hizo este mundo con su corazón, con su voluntad, con su razón, y vio que era bueno. También nosotros debemos ser buenos, teniendo el corazón abierto a percibir realmente la presencia de Dios.

Asimismo, al escuchar la palabra de Dios en las grandes celebraciones litúrgicas, en las fiestas de la fe, en la gran música de la fe, percibimos esta presencia.

Recuerdo en este momento otra anécdota que me contó hace poco tiempo un obispo en visita "ad limina": una mujer no cristiana muy inteligente comenzó a escuchar la gran música de Bach, Händel, Mozart. Estaba fascinada y un día dijo: "Debo encontrar la fuente de donde pudo brotar esta belleza". Esa mujer se convirtió al cristianismo, a la fe católica, porque había descubierto que esa belleza tiene una fuente, y la fuente es precisamente la presencia de Cristo en los corazones, es la revelación de Cristo en este mundo.

Por consiguiente, las grandes fiestas de la fe, de la celebración litúrgica, pero también el diálogo personal con Cristo: él no siempre responde, pero hay momentos en que realmente responde.

Luego viene la amistad, la compañía de la fe. Ahora, reunidos aquí en Loreto, vemos cómo la fe une, la amistad crea una compañía de personas en camino. Y sentimos que todo esto no viene de la nada, sino que realmente tiene una fuente, que el Dios silencioso es también un Dios que habla, que se revela, y sobre todo que nosotros mismos podemos ser testigos de su presencia, que nuestra fe proyecta realmente una luz también para los demás.

Así pues, por una parte, debemos aceptar que en este mundo Dios es silencioso, pero no debemos ser sordos cuando habla, cuando se nos muestra en muchas ocasiones; vemos la presencia del Señor sobre todo en la creación, en una hermosa liturgia, en la amistad dentro de la Iglesia; y, llenos de su presencia, también nosotros podemos iluminar a los demás.

Paso a la segunda parte de su pregunta: hoy es difícil hablar de Dios a los amigos y tal vez resulta aún más difícil hablar de la Iglesia, porque ven a Dios sólo como el límite de nuestra libertad, un Dios de mandamientos, de prohibiciones, y a la Iglesia como una institución que limita nuestra libertad, que nos impone prohibiciones.

Pero debemos tratar de presentarles la Iglesia viva, no esa idea de un centro de poder en la Iglesia con estas etiquetas, sino las comunidades de compañía en las que, a pesar de todos los problemas de la vida, que todos tenemos, nace la alegría de vivir.

Aquí me viene a la mente un tercer recuerdo. En Brasil estuve en la "Hacienda de la Esperanza", una gran realidad donde los drogadictos se curan y recobran la esperanza, recobran la alegría de vivir. Los drogadictos testimoniaron que precisamente descubrir que Dios existe significó para ellos la curación de la desesperación. Así comprendieron que su vida tiene un sentido y recobraron la alegría de estar en este mundo , la alegría de afrontar los problemas de la vida humana.

Por tanto, en todo corazón humano, a pesar de los problemas que existen, hay sed de Dios; y donde Dios desaparece, desaparece también el sol que da luz y alegría. Esta sed de infinito que hay en nuestro corazón se demuestra también en la realidad de la droga: el hombre quiere ensanchar su vida, quiere obtener más de la vida, quiere alcanzar el infinito, pero la droga es una mentira, una estafa, porque no ensancha la vida, sino que la destruye.

Realmente, tenemos una gran sed, que nos habla de Dios y nos pone en camino hacia Dios, pero debemos ayudarnos mutuamente. Cristo vino precisamente para crear una red de comunión en el mundo, donde todos podemos apoyarnos unos a otros, ayudándonos a encontrar juntos el camino de la vida y a comprender que los mandamientos de Dios no son limitaciones de nuestra libertad, sino las señales de carretera que nos orientan hacia Dios, hacia la plenitud de la vida. Pidamos a Dios que nos ayude a descubrir su presencia, a estar llenos de su Revelación, de su alegría, a ayudarnos unos a otros en la compañía de la fe para avanzar y encontrar cada vez más, con Cristo, el verdadero rostro de Dios, y así la vida verdadera.

8/10/07

Si quieres escuchar a Dios...

Imagen extraída de pARTido
La ORACIÓN es el latido de tu vida interior, la llave para escuchar la voluntad de quien te creó y te amó hasta morir por ti en una Cruz.
Si tratáis a Cristo, oiréis también vosotros en lo más íntimo del alma los requerimientos del Señor, sus insinuaciones continuas
Juan Pablo II

¿Quién decís que soy yo?

Nos alegra mucho lo que sigue: Bienaventurados los que sin haber visto creyeron. Sentencia en la que, sin duda, estamos incluidos nosotros, que confesamos con el alma al que no hemos visto en la carne. Se alude a nosotros, con tal que vivamos conforme a la
fe; porque sólo cree de verdad el que practica lo que
cree

San Gregorio Magno



Todo cristiano debería formularse esta pregunta que nos lanza San Mateo en Mt 16, 15. ¿Alguna vez te has atrevido a formularla?, ¿te has preguntado quién es Dios para ti?, ¿qué significa en tu vida?, ¿qué significaría tu vida sin Él?… Es interesante ver que todos tenemos que reflexionar sobre esto. También, por qué no, ver qué opinan otras personas. Como ejemplo, vamos a coger a la Madre Teresa que durante una hospitalización en Roma en 1983 se centró en ver qué respondería ella a esa pregunta: ¿quién decís que soy yo?
Madre Teresa:
Tú eres Dios.
Tú eres Dios de Dios.
Tú eres Engendrado, no creado.
Tú eres de la Misma Naturaleza del Padre.
Tú eres el Hijo del Dios Vivo.
Tú eres la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

Tú eres Uno con el Padre.
Tú estás en el Padre desde el principio:
Todas las cosas fueron creadas por Ti y por el Padre.
Tú eres el Hijo de María,
Concebido por el Espíritu Santo en el vientre de María.

Tú naciste en Belén.
Tú fuiste envuelto en pañales por María
Y puesto en el pesebre lleno de paja.
Te mantuvo caliente el aliento del asno
Que montó Tu Madre cuando Te llevaba en su vientre.
Tú eres el Hijo de José,
El Carpintero, como era conocido por la gente de Nazaret.
Tú eres un hombre sencillo, sin muchos conocimientos,
Como era juzgado por los sabios de Israel.

¿Quién es Jesús para mí?
Jesús es el Verbo hecho Carne.
Jesús es el Pan de Vida.
Jesús es la Víctima ofrecida por nuestros pecados en la Cruz.
Jesús es el Sacrificio ofrecido en la Santa Misa
Por los pecados del mundo y los míos.

Jesús es la Palabra – para ser hablada.
Jesús es la Verdad – para ser contada.
Jesús es el Camino – para ser recorido.
Jesús es la Luz – para ser encendida.
Jesús es la Vida – para ser vivida.
Jesús es el Amor – para ser amado.
Jesús es la Alegría – para ser compartida.
Jesús es el Sacrificio – para ser ofrecido.
Jesús es la Paz – para ser dada.
Jesús es el Pan de Vida – para ser comido.

Jesús es el Hambriento – para ser alimentado.
Jesús es el Sediento – para ser saciado.
Jesús es el Desnudo – para ser vestido.
Jesús es el que no tiene hogar – para ser acogido.
Jesús es el Enfermo – para ser curado.
Jesús es el que está solo – para ser amado.
Jesús es el Rechazado – para ser aceptado.
Jesús es el Leproso – para lavar sus heridas.
Jesús es el Mendigo – para darle una sonrisa.

Jesús es el Borracho – para escucharlo.
Jesús es el Retrasado Mental – para protegerlo.
Jesús es el Pequeño – para abrazarlo.
Jesús es el Ciego – para guiarlo.
Jesús es el Mudo – para hablar por él
Jesús es el Drogadicto – para ser su amigo.
Jesús es la Prostituta – para apartarla del peligro y ser su amigo
Jesús es el Prisionero – para ser visitado
Jesús es el Anciano – para ser servido.

Para mí, Jesús es mi Dios.
Jesús es mi Esposo
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único Amor.
Jesús es mi Todo en Todo.
Jesús lo es todo para mí.


A Jesús, yo Le amo con todo mi corazón, con todo mi ser. Le he dado todo, incluso mis pecados, y Él se ha desposado conmigo en ternura y amor. Ahora y para siempre soy la esposa de mi Esposo Crucificado.
Amén.


30/9/07

Aprovechar el tiempo

Todo es nada, y menos que nada, lo que se acaba y no
contenta a Dios

Teresa de Ávila

¿Recuerdas al desaparecido grupo de ELLA BAILA SOLA? Me viene a la cabeza una canción suya que decía: Que se me va de las manos entre el humo de los coches el verano, que se me olvida la gente que con más o menos suerte me ha ayudado

Efectivamente el verano se ha acabado. Ya hemos visto el anuncio de “Volver a empezar otra vez” de El Corte Inglés (aunque sin la famosita canción) y nos ha vuelto a producir esa sensación de gritar a los cuatro vientos que no se acabe todavía el verano. Pero la realidad es esta: comienza un nuevo curso, y que provechoso sería que lo acompañasemos de hacer examen para ver nuestros fallos en el curso pasado, tomar nota de posibles soluciones y motivarnos a saco para ir a por ello.

Cuando hablamos del curso no sólo nos refererimos al académico, también al resto de ámbitos de la vida. Sería bueno que te preguntaras si a ese talento que nos da Dios, el tiempo, sabes sacar el máximo rendimiento para poder volcarte en tu familia, en tus amigos y en Dios.

FAMILIA

Quizás tengas que ver, ya que la vida es complicada y no diponemos de mucho tiempo, si aprovechas al máximo los momentos que pasas en casa para estar con tus padres.

¿Te interesas por ellos? Les preguntas para ver cómo les ha ido el día. Cuando les ves una cara larga, les preguntas qué les pasa.

¿Les echas una mano? Ya sabes que la comida no se hace sola, la mesa tampoco se pone sola, que la habitación sin Mary Poppins no se ordena sola, que hay que sacar al perro, la basura…

¿Disfrutan ellos contigo, disfrutas tú con ellos? ¿Eres la alegría de la casa? Esfuérzate porque cada vez que vengas de la Uni o del trabajo dedicarles una sonrisa. Que tu compañía sea aire puro para ellos en su dura jornada laboral.

AMIGOS

Quizás a veces no sabemos ordenarnos bien y no cuidamos los pequeños detalles: una llamada telefónica, una postal o un crisma, un email, llamarles el día de su cumple, estar actualizados de su vida, interesarnos por sus problemas…

Preocuparnos por sus historias, por sus estudios… Ver si podemos hacer algo para hacerles la vida un poco más llana. Eso a veces simplemente se consigue con cosas que valen poco, pero que cuestan mucho, como el mero hecho de estar ahí, que cuenten con nosotros siempre.

TRABAJO//ESTUDIO

Que sepas ir al día con el temario, que no te pegues esas palizas de última noche. Lucha por tener una constancia en tu estudio, que sepas que le tienes que dedicar un tiempo muy necesario.

Te ayudará mucho pelear por ser más ordenado. Aprender a medir distancias a la hora de los exámenes y de la entrega de trabajos. También para no perder tiempo y sacarle más partido.

ACTIVIDADES

Saber que, además del trabajo, tenemos que desconectar y airearnos.También porque así rendiremos más en el estudio, en el trabajo. Por ello, guarda un tiempo para tus aficiones, para el deporte, para salir con los amigos, para leer. Insisto, para LEER.

CON DIOS

No sé si le dedicas un tiempo, no sé si todavía no has descubierto el tesoro que es tenerle de compañía. Sea tu respuesta SÍ o NO, anímate a intentar buscar las pistas que Él te va dejando: que a veces ves en este CIRCULAR, otras veces en amigos, otras veces en cosas que te ocurren. Y si con ello te lanzas, aprende a dedicarle tiempo, a intentar hacer de la ORACIÓN parte de tu vida, para que Dios viva junto a ti y tú junto a Dios. Así, como dice la canción que tienes en el video de abajo, sea SÓLO CRISTO QUIEN VIVA EN TI.

Por acabar, a la hora de hacer examen y querer erradicar los malos hábitos hay que ir a la raíz de los problemas. No vale quedarse en la perifería, si en tu casa nunca estudias porque tienes el messenger al lado, VETE A LA BIBLIOTECA. Si no te acuerdas de llamar a los amigos que sólo ves de pascuas a ramos, CÓMPRATE UNA AGENDA, etc etc etc. Se creativo, busca soluciones. Y si aún con todo esto hay cosas que te superan pídele a Dios lo que no puedas. Mientras tú pongas todo lo que esté en tu mano, Él va ayudarte en las cosas que no puedes. CONFÍA EN ÉL.

No dejes que si algo no salió del todo bien el curso pasado te desanime. Ahora tienes una nueva oportunidad para mejorar tus marcas. Hoy te animo a que luches contra esas malas inclinaciones que todos tenemos, contra la pereza, el egoismo, la comodidad, y que seas valiente y sepas lo importante que son tus amigos, tu familia y Dios en tu vida. Que no les vuelvas a dar la espalda, que luches por mejorar en pequeñas cosas para conseguir grandes logros el día de mañana. Busca y concreta, y, si te ves sin fuerzas, pídeselas a Dios.





22/9/07

Aprender a escuchar

No prefiráis nada a Cristo, ya que Él nos prefiere ante
todo lo demás

San Cipriano


Prisas, falta de tiempo, estrés… son algunos elementos que describen la vida moderna. No son factores determinantes, pero sí que es verdad que a veces deterioran algo tan importante como es el escuchar a los demás, el dedicarles tiempo. Y, atención pregunta: ¿Qué es escuchar? Tienes 3 segundos para responder, tic tac tic tac… ¿No se te ocurrió nada? Una posible definición de ESCUCHAR es “acoger a la otra persona”. A veces reducimos la definición al puro “enterarnos del discurso y ser capaces de responder”. No, hijo/a mío/a. No sólo es eso porque sino se pierde a la persona.

¿Para qué sirve “saber escuchar”? En realidad si queremos comunicarnos necesitamos escuchar. Seguro que alguna vez te has encontrado con alguien que suele interrumpirte constantemente cuando hablas con él/ella, quizás no lo haga con mala intención pero es incapaz de dejarte hablar más de un minuto y únicamente interpreta tus dos palabras y te aburre con miles de sus anécdotas. Lógicamente eso no es escuchar. Porque no está acogiendo, no ves pruebas de que intente entender ya no sólo tu discurso, sino lo que piensas, lo que sientes, lo que quieres transmitir. Pero no nos creamos expertos en “saber escuhar” porque este ejemplo no se identifique con nuestra vida. Todos necesitamos “aprender a escuchar”. Sígue leyendo…

Dificultades para acoger a los demás:

Nos cuesta, por nuestro ritmo de vida, hacer un hueco en nuestra agenda para quedar con amigo que nos necesitan. Pero no sólo es eso, cuando estamos en ese diálogo, tenemos que hacer un hueco dentro de nosotros mismos para dejar a un lado el trabajo que tienes que hacer después, que tienes que fregar los platos, tienes sueño… Si quieres escuchar a alguien tienes que aprender a dejar tu persona para meterte en la piel de tu amigo. Por esta razón, tienes que saber que no solo se escucha con los oidos, sino que se escucha con todo el cuerpo. A veces creemos que da igual hablar por teléfono con una amiga a quien le ha dejado el novio y podemos al mismo tiempo estar mirando el horario del cine en intenet (claro, como ella no te ve piensas que se puede hacer). Igual te puede pasar que a veces en clase un colega te está contando lo que ha hecho el finde y tú de mientras no sueltas el MARCA. No puedes hacer estas cosas porque los ojos ponen tapones a los oidos. Tienes que luchar por poner toda la atención en alguien, incluida tu cabeza, y más cuando lo que nos cuentan es algo importante para la otra persona, es parte de su intimidad.

¿No te ha pasado alguna vez que has tenido que ir a rellenar un papel a la universidad, al ayuntamiento, al trabajo etc, y después de que te atendiesen dices “pero si no me ha hecho ni caso”, y POR QUÉ?. Pues porque el que te ha atendido no ha dejado de mirar la pantalla del ordenador, porque ni siquiera te ha mirado a la cara, porque no te ha dado ni lo buenos días o te ha dicho hola. Es por eso por lo que tenemos que ser conscientes de que no nos sobra el tiempo, pero escuchar bien a alguien no está reñido con el tiempo sino con la intensidad. Si ponemos los cinco sentidos en la otra persona todas nuestras relaciones con las personas, sean ocasionales (como ir al médico, al kiosko, hablar con nuestro jefe…) o duraderas (familia, amigos, compañeros…) mejorarán nuestra vida y las de los demás.

Hay otras ocasiones que no es por no tener tiempo, simplemente el problema viene porque tenemos miedo a cambiar cosas nuestras si escuchamos a alguien. Sabemos que si nuestro amigo tiene razón, y el pensar lo que nos dice nos exige dar algún paso, decidimos que es mejor no enterarse de ciertas cosas. Así ocurre que el que no estudia no quiere escuhar a sus padres o a su mejor amigo para que no escuche el “tienes que estudiar más”. Por eso también algunas veces huimos del silencio, huimos de la presencia de Dios, de hablar con gente que nos haga cuestionarnos nuestro itinerario de vida si nosotros sabemos que tendríamos que actuar de otra forma, pero… , como sabemos que cuesta, preferimos dejar que las manecillas del reloj sigan pasando y, ya si eso, mañana cambiaremos algo.

No dejes que unos malos hábitos te impidan descubrir el oro de la vida que se esconde en los pequeños detalles. Esta semana pregúntate cómo escuchas a los demás, examínate y ponte metas concretas. No te asustes pues todos necesitamos aprender.

Si quieres más… espera a la semana que viene porque este nuevo CURSO 2007/2008 en CIRCULAR vas a ver y aprender muuuuchas cosas…


16/9/07

Alguna vez has pensado si..

¿te haces preguntas?, ¿por qué no te las haces?

¿es porque huyes del silencio?
¿te da miedo?

¿cuál es tu fin en la vida?
¿qué te mueve?

¿qué quieres alcanzar? porque... querrás alcanzar algo, ¿no?
¿tienes una meta?

¿por qué darías la vida?, ¿la darías?



... en los momentos duros, ¿merece la pena seguir?

¿para qué esforzarse?

¿le sabes encontrar sentido a los problemas?

¿qué es para ti lo más importante?

cuando se hunde todo, ¿por qué sigues?,
¿de dónde sacas las fuerzas?


¿te acuerdas de Dios?

¿tienes presente a Dios en tu vida?
¿dónde, cuándo, cómo?
¿Dejas sitios donde Él no esté?

En la vida las cosas suelen complicarse. Cuando brotan los problemas, germinan las dificultades, hay que encontrarle un sentido a la lucha. Hay que seguir en pie.

Para el cristianismo, la vida es como un tapiz visto desde la parte de atrás. Cuando lo miras, está lleno de nudos, de hilos que se cruzan de arriba a abajo. Muchas veces igual que en la vida (suspensos, accidentes, enfermedades, etc). Lo miras y muchas veces no puedes lograr entenderlo.

Confía, ten fe. Porque llegará el día en el que se le dará la vuelta al tapiz. Así, todos los nudos que veías, desilachones que no entendía, cobrarán sentido cuando lo veas dado la vuelta. Y todas las miserias y penas cobrarán sentido. Cuando lleguen el cielo y la tierra nuevos entenderemos por qué tantos esfuerzos en esta tierra vieja y caduca. Nunca lo olvides, simpre vale la pena seguir, vale la pena vivir.

PS: Si te cansas, si a veces te pueden los problemas, entrégaselos a Dios. Apóyate en sus hombros. Contempla a ese Dios que te mira desde la Cruz con los brazos abiertps. Dile que le necesitas, que quieres que te ayude. Entrégale todo y confía en Él. Confía en quien te quiso tanto que dió la vida por ti, y la daría de nuevo, tantas veces como fuera necesario, por ti.


Aspectos de la oración

Debemos orar también porque somos frágiles y culpables. Es preciso reconocer humilde y realistamente que somos pobres criaturas, con ideas confusas, tentadas por el mal, frágiles y débiles, con necesidad continua de fuerza interior y de consuelo
Juan Pablo II


Vale, venga, voy a empezar a rezar todos los días 5 minutos pero, ¿cómo?, ¿qué hago, qué digo? Tranquilidad (Sigue leyendo)

La tradición cristiana dice que hay tres formas de rezar:
1. Oración vocal. Serían todas las oraciones aprendidas. Padrenuestro, Avemaría
2. La meditación o diálogo. Que sería empezar un diálogo con Dios
3. La oración contemplativa. Quedarse “embobado” mirando a Dios como lo hacen entre sí los enamorados. “estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama”

Hoy nos centraremos en la 2ª: el diálogo con Dios. Se trataría de ponerse en presencia de Dios, recogerse interiormente, y desglosar nuestras preocupaciones ante Dios. Contarle que hoy te ha dado pereza despertarte pronto, que hoy has sido un poco gruñón/a con tus colegas, que a veces no soportas mucho a esa persona que siempre acude a ti en el momento menos oportuno. También contarle nuestras alegrías: hoy te ha escrito una carta el chico/a que te mola de clase, hoy has sacado un 9 en mates, etc. Contarle a Dios lo que te ilusiona, contarles tus sueños, tus aspiraciones. Dile, con total confianza, que te gustaría haberte portado mejor con aquellos con quienes te has portado mal, y pídele mucha ayuda. Ya que Dios es tu Padre, y Él seguro que te echa un cable.


Sin duda tienes que darte a conocer a Dios, igual que cuando hablas con tus amigos por teléfono o por Messenger. Tienes que darte a conocer, contarle lo que se te pasa por la cabeza. Y pedirle muchísimas cosas para los demás y para ti.

Otra parte es la de escuchar. Hay que estar bien atentos, pero si empiezas a rezar pronto verás cuál es la voluntad de Dios. Dónde te pide que te esfuerces más. Quizás te pide que seas más ordenado, que estudies antes de ir al ordenador, que trates mejor a tu madre, etc. Dios, como cualquier amigo/a que te quiera, te va a exigir. Y encima te va ayudar para que vayas mejorando. Como un entrenador personal, te va a ir orientando para mejorar tu trato con los demás, te va a ayudar a que te conozcas más a ti mismo y a que seas sincero contigo mismo. Es un lujo tener a Dios de colega, no le niegues su cariño.

Por último, un secreto. Un factor importantes es el de CONCRETAR. Que cada vez que reces concretes con Dios pequeñas metas, cosas chiquitillas que hayas visto que tienes que hacer: hablar con ese amigo con el que ayer te enfadaste, echar una mano a poner la mesa, estudiar con más atención, etc. Saca propósitos, y pídele ayuda para cumplirlos



La oración es el reconocimiento de nuestros limites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por lo tanto, no podemos menos de abandonarnos en Él, nuestro Creador y Señor, con plena y total confianza
Juan Pablo II