14/9/07

Dios está a la puerta, llamándote

Cristo dijo:

“No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos”

Busca a Dios, pero búscale ahora. No esperes a mañana, no sea que el mañana te falte. Dios te sigue esperando, sigue creyendo en ti, a pesar de todo lo que hayas hecho. Está a la puerta de tu corazón. Llamándote. No le importa pasar frío esperando. Pero le da pena que no le abras. Porque en tus horas de más dolor, de más angustia, de más tristeza y desesperación, Dios quiere ser tu refugio y protegerte. Y también quiere pasárselo bien contigo, y echarse unas risas en los momentos buenos.

Decía la Madre Teresa que "la mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino más bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad".


Creer y querer a Dios no es hacer cosas raras. Dios es amor, y creer en Él es amar. Amarle y quererle es dedicarle tiempo a tratarle, a conocerle, es pedirle por los sufrimientos de tus amigos, es querer a tus padres, es divertirte con tus colegas, es valorar las cosas pequeñas, es estudiar cuando debes, es tener detalles con los de tu alrededor, es esforzarse por hacer las cosas bien…

Todos los mandamientos se resumen en dos:
“Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”
El Cardenal Newman también dejó estas palabras para todos los que buscan a Cristo:

"¿Sabes lo que sentimos en las cosas de este mundo, lo que sentimos, cuando esperamos a un amigo, esperamos su llegada y él tarda?
¿Sabes lo que es estar entre un grupo que nada le dice a uno?
¿Sabes como se espera que pase el tiempo y suene la hora que le ponga a uno de nuevo en libertad? ¿Sabes lo que es tener angustia de si ocurrirá aquello que puede ocurrir o no? ¿Sabes qué es la incertidumbre sobre un suceso importante, que hace que vuestro corazón golpee y que es el primer pensamiento de la mañana? ¿Sabes lo que es tener un amigo en un país extraño y esperar noticias de él y preguntarse día a día qué hace y si le va bien? ¿Sabes lo que es convivir la vida de un hombre de forma que vuestros ojos sigan sus miradas, que podáis leer en su alma, que veáis sus mínimas transformaciones, que os adelantéis a sus deseos, que riáis cuando él ríe y estéis tristes con su tristeza, que os sintáis deprimidos cuando él sufre y gocéis con sus éxitos?

Esperar a Cristo es un sentimiento igual que todos esos, si es que los sentimientos de este mundo pueden ser imagen de los del otro.
Espera al Señor quien tiende hacia El con anhelo angustiado, inflamado, intranquilo; quien está despierto y vigilante, está animado, con los ojos abiertos, incansablemente dispuesto a buscarle, a servirle, a verle en todo lo que ocurre"

No hay comentarios: