14/9/07

Transformación, señal del amor

Uno se siente impulsado a preferir el bien del amado más que el interés o el placer propio. Este impulso nace rodeado de enemigos. El peor de ellos... eres tú mismo y tu egocentrismo. No hay peor cárcel que un corazón cerrado. Te pierdes en el infierno del vacío y de la tristeza si siempre estás buscando como satisfacerte a ti mismo. No hay mejor alimento del verdadero y buen amor que el don entero y sincero de la propia persona al amado. Se ama con obras concretas, aquí y ahora, en el discurrir de tu vida ordinaria.

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