16/9/07

Presencia de Dios

“Dios está en todas partes”. A menudo habrás oído esto cuando eras pequeño. Y es cierto, a Dios lo podemos encontrar en la naturaleza, en nuestro organismo, en pequeños detalles de la vida, en los gestos de generosidad de nuestros amigos, en una llamada de teléfono, etc. Detrás de todo esto está Dios. Pero saber esto qué nos aporta.

Recuerdas cuando eras pequeño y creías en los Reyes Magos, ¡qué tiempos, verdad! Seguro que si haces memoria vuelves a escuchar a tus padres diciéndote “pórtate bien que los Reyes lo ven todo”. Y tú, con la inocencia de los niños, dejabas de portarte mal y te esforzabas por hacerlo mejor.

Pues, el saber que Dios está todo el día con nosotros, que desayuna contigo mírandote como comes tus cereales marca “Carrefour”, que se sube al vagón del metro contigo, que te quiere animar a esforzarte para atender en clase, que está apoyándote cuando te da pereza de estudiar por la tarde, … tiene que darte fuerzas para esforzarte a lo largo del día. Si tuviesemos más PRESENCIA DE DIOS a lo largo del día sabríamos que no se pueden hacer chapuzas en la vida, que no se puede perder el tiempo, que no se puede ser egoísta, que hay que ayudar mucho más a tus amigos. Porque Dios está contigo todo el día. Y si eres consciente de esto, le pedirás mucha más ayuda en tu jornada. Le pedirás por ese de clase que sufre porque no aprueba ni una; si vives en presencia de Dios oirás a Cristo susurrarte el vencer la pereza y portarte mejor en casa. Oirás que Dios te quiere, y como te quiere te exige que quieras a los demás. Que encuentres a Dios en todo el que te rodea, y que les ames como Dios les amaría.

También tienes que ser consciente de que Dios te busca continuamente a lo largo del día. Que cuando a veces te hartas y te encierras en tu cuarto porque crees que nadie te entiende, Dios está al otro lado de la puerta esperando a que abras para darte un abrazo. Que Dios te quiere más de lo que crees, que dio la vida por ti en la Cruz. A veces cuando sientes ese “me falta algo” en tu vida, es porque tienes que acabar de convencerte de que ese Algo, no es Algo sino ALGUIEN, y ese Alguien es Dios.

“Tú eres grande, Señor, y muy digno de alabanza (…). Nos has hecho para ti y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en Ti ”
San Agustín


Pero, ¿cómo y dónde encontrar a Dios? Te sorprenderás, pero es en tu vida cotidiana. Es estudiando el examen de mañana, es yendo al cine con tus colegas, es estando en casa con tus padres, es en una llamada a un amigo que hace mil que no le llamas, es esforzándote por no hacer chapuzas en tu vida, es esforzándote por ser generoso con tus compañeros, etc.

“Allí donde están vuestras aspiraciones, vuestro trabajo, vuestros amores, allí está el sitio de vuestro encuentro cotidiano con Cristo. Es en medio de las cosas más materiales de la tierra donde debemos santificarnos, sirviendo a Dios y a todos los hombres. En la línea del horizonte, hijos míos, parecen unirse el cielo y la tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es en vuestros corazones, cuando vivís santamente la vida ordinaria…”
San Josemaría

Cómo lo concretamos...
  • Poner los 5 sentidos en lo que haces. Ofrécelo por tu gente
  • Pensar en Dios, que te acompaña en tu día.
  • Saludarle físicamente, si pasas cerca de alguna iglesia. O con tu pensamiento, si no tienes la ocasión.
  • Encomendar a tu Ángel de la Guarda, pa´ que te eche un cable
  • Vívela presencia de Dios con naturalidad, sin rarezas
  • También aprovechar los medios materiales: cambiarse el reloj de mano, el móvil de bolsillo, ponerse imágenes de la Virgen a la hora de estudiar

Que nos aportará:

  • Rectituz de intención
  • Da serenidad y paz. Dejar las cosas, sobretodo las malas, en las manos de Dios.Confiando en Él
  • Ver a Dios en todos. Y así ver la vida como un don maravilloso donde poder servir, en todo momento, a Dios y a los hombres.

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