21/2/10

¿Quiero cambiar?

Voy a dejar de fumar, voy a ir al gimnasio, seré más paciente, estudiaré ingles… propósitos que hacemos al principio del año para conseguir ser mejor persona. Al menos en un principio, porque a medida que avanza el año se van presentando algunos enemigos que nos distraen del objetivo: la flojera, el pesimismo, el conformismo y el olvido.

Pero para combatir a esos enemigos, hay un plan que se puede poner en práctica durante la Cuaresma: “Sólo por hoy”

Y ¿por qué en Cuaresma? Bueno, porque es un tiempo establecido (40 días) que tiene un principio y un fin. Empiezan el Miércoles de Ceniza y concluyen el Domingo de Ramos (inicio de Semana Santa), tiempo suficiente para adquirir un buen hábito que, si se mantiene vigente, puede generar resultados ¡milagrosos! Estarás en común con la retirada al desierto de Jesucristo donde se preparó para cumplir la vocación a la entrega total a la que había sido llamado.

Por otro lado, es un tiempo en donde millones de personas tienen la voluntad de cambiar en presencia de Dios, de ser mejor persona, y se respira un ambiente de mejora. Se puede ver como un retiro colectivo donde se busca propiciar un cambio, así uno no se siente solo con su intención.

Programa "Solo por hoy"
Este método consiste en programar una buena acción a diario, acciones sencillas, cotidianas, fáciles de medir. El primer paso del programa es ir a la oración y “Ponernos una meta”. Para escoger la meta adecuada, es necesario preguntárselo al Señor. Antes que nada hay que conocerse uno mismo y estar convencido de lo que se desea cambiar, a dónde se quiere llegar.

Para ello, se pueden formular algunas preguntas y darles respuestas, por ejemplo: ¿Cómo te sientes contigo mismo? ¿Qué has hecho con lo que tienes? ¿Le has sacado el máximo provecho?

Algunas preguntas más concisas:
¿Cuánto se apodera el mal genio de ti? ¿Te cuesta mucho mantenerte en silencio cuando estás a solas? ¿Eres tolerante y le encuentras el lado positivo a las situaciones? ¿Vives criticando a los demás y quieres tener siempre la razón? ¿Eres capaz de reconocer tus errores y pedir perdón? ¿Tienes alguna idea de hacia dónde vas?

Lo más probable es que al responder las preguntas, si se es sincero, se encuentren algunos aspectos negativos, tendencias erróneas o malos hábitos que son necesarios erradicar si se desea ser mejor persona.

Y para ello se continua con el paso dos: “Agenda de buenas acciones”. Aquí marcarás tus objetivos diarios para mejorar, siempre pidiendo ayuda al Espíritu Santo para que te ilumina. No es tender al perfeccionismo, es crecer en el estado de enamoramiento hacia Dios y sus criaturas. Conociendo que si fallamos, la misericordia y el ánimo de nuestro Padre Dios siguen siendo infinitos.

Algunas sugerencias de acciones para realizar son:
1. Si alguien te debe dinero o no te ha entregado algo que te gusta mucho, regálaselo.
2. Haz algo que sea bueno para otros y que te cueste esfuerzo hacerlo.
3. Háblale o visita a tu madre/padre/abuelos hoy. Dedícales un buen rato de calidad.
4. Piensa en alguien que te ayudó de alguna manera importante en tu vida, algún familiar, maestro…, llámale y dale las gracias.
5. Tómate 5 minutos este día para hacer una lectura positiva, haz un propósito que te lleve a mejorar en algo relacionado con lo que has leído.
6. Pídele perdón a una persona a la que hayas ofendido.
7. Ahorra ese dinero que te ibas a gastar en… y dalo de limosna a una institución que ayude a personas necesitadas.
8. Lee algún vía crucis que te preparé para la Semana Santa
9. Convive más con el compañero o vecino que menos te simpatiza.
10. Entrega a tiempo el trabajo y se puntual en tus compromisos.

Cambiar no es tarea fácil, pero cuando uno se deja ayudar por Dios, está decidido y pone medios específicos para hacerlo, alcanzar la meta es más sencillo. Decídete a hacerlo y pon manos a la obra… decídete a no quedarte a mitad de camino.

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